Herencia en Galicia: impuesto, reparto y trámites que la mayoría olvida

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La gestión de una herencia

Enfrentarse a la pérdida de un ser querido es un momento sumamente delicado. A la carga emocional se suma la necesidad de abordar una serie de procedimientos legales y fiscales que pueden resultar abrumadores. La gestión de una sucesión en Galicia, como en el resto de España, es un proceso reglado que requiere atención al detalle para evitar problemas futuros. Conocer los pasos, las particularidades fiscales de la comunidad autónoma y los errores más comunes es fundamental para navegar este trámite con seguridad y tranquilidad.

Muchas familias en el área de Santiago de Compostela y Bertamiráns se encuentran desorientadas al iniciar este camino. La burocracia, la terminología legal y las obligaciones tributarias pueden convertir un proceso ya de por sí difícil en una fuente de estrés y conflictos familiares. Por ello, entender las fases del procedimiento y contar con un asesoramiento adecuado es la mejor estrategia para garantizar que el patrimonio del fallecido se transmita de acuerdo con su voluntad o, en su defecto, con lo que dicta la ley, de una manera justa y eficiente.

Pasos clave para la tramitación de una herencia

El proceso para tramitar una herencia se divide en varias etapas bien definidas. Aunque cada caso tiene sus particularidades, la hoja de ruta general es la misma y comienza con la recopilación de la documentación esencial.

1. Obtención de los documentos iniciales

El primer paso es reunir los certificados que acreditan el fallecimiento y determinan quiénes son los llamados a heredar. Estos documentos son la base sobre la que se construirá todo el procedimiento:

  • Certificado de Defunción: Es el documento oficial que acredita la muerte de la persona. Se solicita en el Registro Civil del lugar donde ocurrió el fallecimiento.
  • Certificado del Registro General de Actos de Última Voluntad: Este documento informa si el fallecido otorgó testamento y, en caso afirmativo, ante qué notario. Es crucial para saber cómo proceder.
  • Certificado del Registro de Contratos de Seguros de Cobertura de Fallecimiento: Indica si el causante tenía contratado algún seguro de vida o de accidentes que cubriera el fallecimiento, para que los beneficiarios puedan reclamarlo.

2. El testamento y la declaración de herederos

Una vez obtenidos los certificados, el siguiente paso depende de si existe o no testamento.
Si el fallecido dejó testamento (sucesión testada), los herederos designados en el documento deberán solicitar una copia autorizada en la notaría donde se otorgó. El testamento es la expresión de la última voluntad del causante y establece cómo debe repartirse su patrimonio, siempre respetando los límites legales (las legítimas).

En ausencia de testamento (sucesión intestada o ab intestato), la ley determina quiénes son los herederos legales. En este caso, es necesario realizar un trámite notarial conocido como «Acta de Declaración de Herederos Ab Intestato». El notario, a través de la documentación aportada (libro de familia, certificados de nacimiento, etc.), determinará el orden de sucesión que establece el Código Civil: descendientes, ascendientes, cónyuge, hermanos y sobrinos, y así sucesivamente.

3. Inventario y valoración de los bienes y deudas

Con los herederos ya determinados, el siguiente paso es realizar un inventario detallado de todos los bienes, derechos y obligaciones que componían el patrimonio del fallecido. Esto incluye:

  • Activos: Inmuebles (viviendas, locales, fincas), saldos en cuentas bancarias, acciones, vehículos, joyas, obras de arte, etc.
  • Pasivos: Deudas, hipotecas, préstamos personales, avales y cualquier otra obligación económica pendiente.

Es fundamental recordar que la herencia es un todo: se heredan tanto los bienes como las deudas. Por ello, una valoración correcta de ambos es esencial para que los herederos puedan decidir si aceptan la herencia, la repudian o la aceptan «a beneficio de inventario», una fórmula que permite que las deudas se paguen únicamente con los bienes de la herencia, sin comprometer el patrimonio personal del heredero.

4. Liquidación de impuestos y partición de la herencia

Antes de poder repartir los bienes, es obligatorio liquidar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. El plazo general para presentarlo es de seis meses desde la fecha del fallecimiento, aunque se puede solicitar una prórroga. Una vez cumplida esta obligación fiscal, se procede a la partición.

La partición consiste en repartir los bienes entre los herederos según las cuotas que les correspondan, ya sea por testamento o por ley. Este reparto se formaliza en un documento llamado «cuaderno particional», que puede ser privado o, lo más habitual y recomendable, elevado a escritura pública ante notario. Este documento es el que permitirá a los herederos inscribir los bienes inmuebles a su nombre en el Registro de la Propiedad y disponer libremente de ellos.

El Impuesto de Sucesiones en Galicia

Una de las mayores preocupaciones al gestionar una herencia es la carga fiscal. Afortunadamente, Galicia es una de las comunidades autónomas con una de las regulaciones más beneficiosas de España en lo que respecta al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, especialmente para las transmisiones a familiares directos.

La normativa gallega establece importantes reducciones y bonificaciones. Por ejemplo, los descendientes y adoptados, cónyuges, ascendientes y adoptantes (Grupos I y II) gozan de una reducción de hasta 1.000.000 de euros en la base imponible por heredero. Esto significa que, en la gran mayoría de los casos, si la herencia recibida por cada uno de estos familiares directos no supera ese millón de euros, no tendrán que pagar nada por este impuesto. Esta ventaja fiscal simplifica enormemente el trámite para muchas familias gallegas y supone un alivio económico considerable.

Errores comunes que se deben evitar en el proceso hereditario

A pesar de que los pasos parecen claros, existen ciertos aspectos que a menudo se pasan por alto y pueden generar complicaciones significativas. Un buen abogado para herencias siempre advertirá sobre estos puntos.

  • Olvidar las deudas: Aceptar una herencia sin realizar un inventario exhaustivo de las deudas es un riesgo enorme. Si las deudas superan el valor de los bienes, el heredero podría acabar respondiendo con su propio patrimonio.
  • Ignorar las donaciones en vida: Las donaciones que el fallecido hizo en vida a alguno de los herederos forzosos pueden ser «colacionables», es decir, que deben tenerse en cuenta en el cálculo de la herencia para asegurar que no se perjudique la legítima de los demás.
  • Retrasar el proceso: Dejar pasar el tiempo puede acarrear recargos en el pago de impuestos e incluso la pérdida de derechos. Es fundamental iniciar los trámites cuanto antes.
  • Conflictos entre herederos: La falta de acuerdo en la valoración de los bienes o en el reparto puede bloquear todo el proceso y llevarlo a la vía judicial, con el consiguiente desgaste emocional y económico.

La importancia de contar con asesoramiento profesional

La gestión de una sucesión es un campo complejo del derecho civil donde cada detalle cuenta. Las leyes son complejas y las circunstancias de cada familia son únicas. Por ello, aunque esta guía ofrece una visión general, es imprescindible contar con el apoyo de un profesional.

En Ferro&Novio Abogados, llevamos más de 30 años ayudando a familias de Bertamiráns y Santiago a navegar estos procesos. Entendemos que la cercanía y las explicaciones sencillas son clave en estos momentos. Un profesional no solo se encarga de la burocracia, sino que ofrece una visión estratégica para optimizar la carga fiscal, mediar en posibles conflictos y garantizar que todo el procedimiento se realice con la máxima seguridad jurídica. El acompañamiento de un abogado civil en Bertamiráns con experiencia en la materia aporta la tranquilidad necesaria para cerrar esta etapa de la forma más serena y justa posible.

En definitiva, aunque el camino para tramitar una herencia pueda parecer largo y complicado, con la información correcta y el asesoramiento experto, se convierte en un procedimiento manejable que asegura el respeto a la voluntad del fallecido y la protección de los derechos de los herederos.

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